jueves, 5 de enero de 2012

11S



Aquí algunas páginas web para quien le interese saber algo más sobre la posible verdad respecto al 11S;



Wanttoknow web, una página muy detallada sobre el 11S;


Sobre Larry Silverstein, que hizo algunos billiones de Dolares, comprando por "leasing" y asegurando las torres contra atentados terroristas 2 meses antes del 11S, (el WTC nunca antes había cambiado de propietario);
Estudio científico sobre restos del WTC, se encuentra un compuesto parecido a la Nanotermita 
(Explosivo avanzado usado para demoliciones de edificios);


Web del movimiento por la verdad sobre el 11S;

La vanguardia y el "misterio" del avión "embarazado";
http://www.amics21.com/911/indexes.html

Oro alquímico

20. El Oro
“El oro que dormita en el barro es tan puro como el que brilla en el sol”. (M. R. II, 21’)
(Louis Cattiaux "El Mensaje Reencontrado")

"Hemos de señalar, sin embargo, que, si bien el hombre, como exponente de la especie, ocupa siempre el centro de la condición terrena, como individuo no debe situarse forzosamente en esta posición. El animal permanece siempre fiel a la forma esencial de su especie; es decir, por su mera existencia, participa de manera pasiva del rayo del espíritu que se manifiesta en él (el llamado instinto del animal pertenece a esta participación pasiva del espíritu). Por el contrario, el hombre ha sido creado para participar activamente del espíritu divino, cuya representación «central» es él. Sólo entonces es realmente el centro del mundo terrenal e incluso, en la medida en que se identifique con el espíritu, de todo el cosmos. La conquista de este centro de la existencia terrenal es el verdadero objetivo de la alquimia y, a la vez, el más profundo significado del oro. El oro es un «cuerpo» como los demás metales, pero el peso, la densidad y la divisibilidad de los cuerpos se convierten en él en propiedades simbólicas; el oro es luz hecha cuerpo. A menudo, los propios alquimistas describen el objeto de su obra como «la volatilización de lo sólido y la solidificación de lo volátil» o, también, como «la espiritualización del cuerpo y la corporeización del espíritu», el oro no es más que esto."

(Titus Burkhardt, "Alquimia")


 
Materia prima;
"Dicen los alquimistas que los metales ordinarios no pueden convertirse en plata ni en oro si antes no son reducidos a su materia prima. Si se consideran los metales ordinarios como estados del alma incompletos y «cristalizados» en la impureza, la materia prima a la que deben reducirse no es otra cosa sino la materia básica de aquélla, es decir, el alma en su estado primitivo, no condicionada ni fijada en una «forma» concreta por impresiones o por las pasiones. Mientras el alma no quede libre de las concreciones y contradicciones interiores, no será materia dúctil sobre la que el espíritu que procede «de arriba» pueda imprimir una nueva «forma», una forma que no limita ni ata, sino que, por el contrario, libera, pues procede de la sustancia eterna del ser. Si la forma del «metal» ordinario era una especie de pasmo y, de consiguiente, representaba una limitación, la del metal «noble» es un símbolo y, por tanto, la conjunción directa con el propio arquetipo en Dios."

(Titus Burkhardt, "Alquimia")

Adán y Eva

"Una de las condiciones fundamentales de la felicidad es saber que todo lo que uno hace tiene sentido eterno; pero ¿quién puede todavía concebir, hoy en día, una civilización en la que todas las manifestaciones vitales se desarrollen "a imagen del Cielo"? En una sociedad teocéntrica, la actividad más humilde participa de esta bendición celestial. Nos acordamos aquí de las palabras que oímos, en Marruecos, a un cantor de la calle; habiéndole preguntado por qué la pequeña guitarra árabe -de la que se servía para acompañar sus salmodias de leyendas- sólo tenía dos cuerdas, obtuvimos la respuesta: "añadir una tercera cuerda al instrumento es dar el primer paso hacia la herejía. Cuando Dios creó el alma de Adán, ésta no quiso entrar en el cuerpo y revoloteó como pájaro alrededor de aquella jaula. Entonces Dios ordenó a los ángeles que tocaran con las dos cuerdas que se llaman el macho y la hembra, y el alma, creyendo que la melodía residía en el instrumento -que es el cuerpo- entró en él y quedó allí encerrada. Por esta razón basta con dos cuerdas - que siguen llamándose macho y hembra- para liberar al alma del cuerpo"." 

(Titus Burckhardt "Principios y métodos del arte sagrado")