domingo, 15 de febrero de 2015

El manto como sabiduría adquirida y Elías



"Vistiendo al Verbo con su carne, María despoja al Infierno de su botín y nos viste de gloria."

(sobre Gal 3,27)

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La sabiduría como manto.
Arropados por la sabiduría hecha carne.
La sabiduría es la carne que viste al verbo.

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"Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos."
(Gal 3,27)

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"El "yo" sólo crece y se desarrolla en la medida en la que trabaja en la espiritualización de sus mantos. Se realiza, en cuanto que traspasa eficazmente sus mantos. La integridad de sus mantos en el ser humano tiene que ser mantenida, para que el "yo" pueda realizarse completamente - al fin y al cabo es por este motivo por el cual todo el desarrollo de la tierra adquiere su sentido."

(Rudolf Steiner)


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Elías arrebatado al cielo.



"Esto pasó cuando Yahveh arrebató a Elías en el torbellino al cielo. Elías y Eliseo partieron de Guilgal. Dijo Elías a Eliseo: "Quédate aquí Yahveh me envía a Betel." Eliseo dijo: "Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré." Y bajaron a Betel. Salió la comunidad de los profetas que había en Betel al encuentro de Eliseo y le dijeron: "¿No sabes que Yahveh arrebatará hoy a tu señor por encima de tu cabeza?" Respondió "También yo lo sé. ¡Callad!" Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Jericó." Pero el respondió: "Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré.", y siguieron a Jericó. Se acercó la comunidad de los profetas que había en Jericó y le dijeron: "¿No sabes que Yahveh arrebatará hoy a tu señor por encima de tu cabeza?." Respondió "También yo lo sé. ¡Callad!" Le dijo Elías "Quédate aquí, porque Yahveh me envía al Jordán." Respondió: "Vive Yahveh y vive tu alma que no te dejaré", y fueron los dos.

Cincuenta hombres de la comunidad de los profetas vinieron y se quedaron enfrente, a cierta distancia; ellos dos se detuvieron junto al Jordán. Tomó Elías su manto, lo enrolló y golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasaron ambos pie enjuto. Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: "Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de ser arrebatado de tu lado." Dijo Eliseo: "Que tenga dos partes de tu espíritu." Le dijo: "Pides una cosa difícil; si alcanzas verme cuando sea llevado de tu lado, lo tendrás." Iban caminando mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo le veía y clamaba: ¡Padre mío, padre mío! ¡Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo! Y no le vio más. Asió sus vestidos y los desgarró en dos. Tomó el manto que se le había caído a Elías y se volvió, parándose en la orilla del Jordan.


Tomó el manto de Elías y golpeó las aguas diciendo: "¿Dónde está Yahveh, el Dios de Elías?" Golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasó Eliseo."

(Reyes 2 2.1)










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