"Nuestra ciega vida instintiva puede autorreflejarse por medio de la imaginación, pero no en el armario de la introspección antes o después del acontecimiento, sino como un ojo o un oído que captan la imagen del acontecimiento mientras este tiene lugar"
"Por lo tanto, penetrar en el inframundo es como entrar en el modo reflexivo, reflejar, lo cual sugiere que podemos penetrar en el inframundo mediante la reflexión, con medios reflexivos: pausadamente, ponderando, cambiando el ritmo, la voz o mirada, bajando de tono. Esta reflexión es menos voluntaria y dirigida; es menos determinadamente introspectiva, como un descenso heroico al inframundo para ver qué ocurre ahí abajo.
Imaginémoslo más hermético, un oído bien atento, una mirada de soslayo, un ojo suspicaz, o pensamientos y sentimientos intuitivos que aparecen en medio de la vida y la presionan hasta convertirla en psique."
"Sin embargo, la pérdida no lo es todo, ya que la dimensión que se percibe como pérdida es, de hecho, la presencia del vacío. Ciertamente, estamos experimentando una dimensión diferente, y el precio para ser admitidos es la pérdida del punto de vista material."
"La transición de la perspectiva material a la psíquica a menudo presenta un conjunto de imágenes de enfermedad y de muerte."
"Las imágenes del inframundo son visibles, pero sólo para lo que es invisible para nosotros. Lo invisible es percibido por medio de lo invisible, es decir, la psique. Las imágenes psíquicas no son necesariamente gráficas y pueden no ser en absoluto como las imágenes de los sentidos, sino más bien son imágenes como metáforas. Una imágen en poesía y todo el proceso imaginativo de la música deben ser captados por ambos oídos, pero escuchados con un tercer oído que es interior."
"El mundo de las sombras en las profundidades es una réplica exacta de la conciencia diurna, sólo que debe ser percibida de una manera diferente, con la imaginación. Es este mismo mundo pero en metáfora. Nuestro ser negro lleva a cabo todas las acciones igual que lo hacemos en nuestra vida, pero su vida no es sólo nuestra sombra. Desde la perspectiva psíquica del inframundo, sólo la sombra tiene sustancia, sólo lo que está en la sombra importa de verdad, eternamente. Es psicología, por lo tanto, la sombra no es tan sólo eso que el ego arroja detrás de él, hecho a partir de su luz, una reflexión moral, reprimida o malvada para ser integrada. La sombra es la sustancia misma del alma, esa oscuridad interior que nos atrae hacia abajo, alejándonos de la vida y manteniéndonos en relación inexorable con el inframundo."
"Lo que ocurre en la vida del ego es simplemente reflejo de nuestra más profunda esencia contenida en la sombra."
"Más bien estamos siendo observados desde el interior de nuestras acciones por la sombra del cuerpo, el cual es el testigo más cercano."
"El insight de los modelos míticos en las acciones de la vida es un acto que devuelve los hijos a su madre."
"En sueños nos visitan daimones, ninfas, héroes y dioses con la forma de nuestros amigos de la tarde anterior."
"Una de las formas de restaurar la "visión omniabarcadora del mito" en los amigos de la tarde anterior que han entrado en el sueño es prestar atención a sus nombres."
"En el pensamiento hindú existe la idea de que en ciertos estados de la mente, como por ejemplo el sueño, los nombres son cosas en sí mismas."
"El nombre es el logos divino vestido con las ropas de la persona del sueño."
"Observamos cómo la mente traslada sus pensamientos a los cuerpos sutiles de las personas del sueño."
"La Gran Madre no es sólo una estatua de piedra en un museo. Es una modalidad de conciencia moviéndose a través de los hábitos de nuestro pensamiento y de nuestros sentimientos. Ella es nuestro materialismo; el origen común de materia y mater (madre) no es ni una casualidad ni una broma.
Ella es esa modalidad de conciencia que une todos los sucesos psíquicos con los materiales, poniendo las imágenes del alma al servicio de lo físico tangible. Cada vez que traemos un sueño a la vida estamos dando más fuerza a su dominio; cada vez que relacionamos un sueño con sucesos cotidianos de nuestra realidad de carne y hueso, eso es materialismo."
"En psicología es posible tratar con el materialismo convirtiendo la vida en "materia" de una manera completamente distinta, haciendo que "cuente" y tenga "sentido". Aquí me refiero a la cualidad de lo profundo que sustituye al significado de lo físico; nada importa más que la muerte, y cuando nuestra reflexión psicológica comienza en este punto, el materialismo pierde su trasfondo maternal. El materialismo no comienza ni con Demócrito ni con Marx; comienza con el arquetipo que gobierna nuestra perspectiva de los sucesos psíquicos, es decir, nuestra visión de la muerte, el inframundo y los sueños"
"Otro modo en que la Gran Madre trabaja en nuestros sueños es materializándolos en nuestro mundo personal. Como Jung destacó (CW vol. 9 I 159), las psicologías de la Madre nunca pueden ignorar el punto de vista personalista. Pero los muertos no son personas, y las eidola del inframundo no son parte de la personalidad de nadie. Son imágenes sin sangre, sin cuerpo y huesos, almas que han dejado de estar fundidas con las vidas personales."
"Resumiendo, la batalla para liberarse de la madre tiene lugar cada vez que avanzamos hacia una concepción menos personal, menos naturalista, menos moralizada y más social. El opus contra naturam por el cual podemos definir el trabajo psicológico es, por lo tanto, antes que nada un opus contra maternam, no contra la madre personal, lo cual sería caer en su trampa de nuevo, sino contra las filosofías materialistas, o sea, el naturalismo y el personalismo."
"La derrota del inframundo a manos del cristianismo conlleva también una pérdida de alma"
"La imagen cristiana del infierno era, por lo tanto, una proyección de una imagen infernal en el cristianismo, que debía estar rabiosamente desesperado por el mal intercambio que había hecho. Había perdido alma, profundidad, inframundo y personificaciones de la imaginación, todo eso a cambio de espiritualizaciones idealizadas en los cielos supremos."
"La imagen del diablo todavía ronda por nuestros miedos en el inconciente, desde donde la psicosis latente supuestamente nos acecha, y todavía recurrimos a métodos cristianos (los discursos morales, los buenos sentimientos, el compartir en grupo y la ingenuidad infantil) como modos propiciatorios contra nuestro miedo en vez de dejarnos entrar en él, la nekya den la imaginación."
"El cristianismo y el inframundo pasaron a ser considerados opuestos (materiales, funcionales y lógicos), y ello nos dejó en una situación donde la conciencia cristiana y el trabajo psicológico del alma a través de los sueños eran contradictorios a la fuerza.
A la luz de esta oposición podemos reconsiderar la incansable contrariedad que Jung sentía hacia la figura de Cristo. Su preocupación por esta imagen ha sido estudiada biográfica, teológica y alquímicamente, pero parece necesario imaginarse este prolongado malestar de Jung, el psicólogo, también arquetípicamente. Jung captaba la inherente oposición entre cristianismo e inframundo, e intentó oscurecer la figura de Cristo con Hermes-Mercurio. No llegó a escoger a Hades, pero sí situó a Hermes-Mercurio como arquetipo del inconsciente, en oposición a Cristo como arquetipo de la conciencia del mundo superior (CW vol. 13 299). Su elección de Hermes-Mercurio como el oscurecedor, el psicopompo hacia el inframundo, recuerda el himno homérico a Hermes, en el cual este dios es "único mensajero reconocido por Hades", ya que es portador de Sueños."
"El trabajo onírico cuece los hechos vitales y los convierte en sustancia psíquica mediante los modos imaginativos (simbolización, condensación, arcaización). Este trabajo extrae materiales de la vida y los convierte en alma, a la vez que alimenta a ésta con nuevos materiales cada noche."
"Interpretar, igual que soñar, es un morir al mundo diurno rumiando sus realidades literales hasta transformarlas en metafóricas."
"Tal vez exista un trabajo que tiene lugar en los sueños, una prolongada cocción de restos resistentes, una disolución de la carne sólida de personas recordadas hasta convertirla ensimulacra, sombras de sí mismos, para que puedan partir, libres de ataduras, y nosotros podamos vivir en su presencia sin sentirnos oprimidos por su vida. Estas figuras son algo más que complejos por resolver, son también sustancias emocionales en proceso de "hacerse almas"."
"Sin comprensión imaginal, cabe esperar que haya matanzas, como si nuestra cultura no pudiera desmontar el salvaje ego occidental hasta haber restablecido el antiguo sentido de la imagen y haber recuperado lo imaginal a partir de los fragmentos rotos de la literalidad reformativa."
""Imaginar debe estar prohibido cuando se toma literalmente, sin diferenciarlo de la acción.Tomar las imágenes literalmente, con el mismo tipo de realismo que el ego usa en el mundo diurno: éste es el error heroico, una equivocación de proporciones hercúleas y empeorada por las bendiciones judeocristianas mediante advertencias contra los demonios, los sueños, los iconos y todas las formas que el alma imagina.
Cada mañana repetimos nuestra historia occidental matando a nuestro hermano, el sueño, matando sus imágenes con conceptos interpretativos que explican el sueño al ego. El ego, sobre café negro (un ritual de magia blanca), persigue las sombras de la noche y refuerza su dominio. Nadie ve la marca de Caín ahí donde podría estar su tercer ojo."
""¡Las imágenes sientan bien al alma! Son su verdadero alimento" (Von Baader)"
""En el ámbito de la imaginación no hay valor sin polivalencia" (Bachelard)"
""Una materia a la que la imaginación no puede dar una vida doble no puede tener un rol psicológico de sustancia fundamental. Una materia que no logra una ambivalencia psicológica no puede hallar su doble poético, el cual permite infinitas transposiciones. Es necesario tener una doble participación (participación de deseo y miedo, participación de bien y mal, participación pacífica de blanco y negro) para que el elemento material implique al alma entera." (Bachelard)."
"Heráclito (frag. 93) lo observó en un contexto similar: "El Señor a quien pertenece el oráculo de Delfos ni revela ni esconde, pero da una señal.""
"En otro fragmento (89), Heráclito afirma: "Los despiertos comparten un mundo (cosmos), mientras los dormidos se retiran cada uno a su propio mundo.""
"En la práctica, estos fragmentos de materia se convierten en cimientos internos cada vez que retomamos una "proyección" (así se llama este trabajo en psicoterapía). para encontrar estos fragmentos de cimientos perdidos, solamente necesitamos darnos cuenta de dónde estamos siendo concretamente literales (pesados, densos, graves, apesadumbrados), dónde exclamamos con rotundidad: "Pero así es la realidad". Unas veces son las convicciones sociales y morales, un código ético; otras, la dieta, la salud, la energía y los hábitos. Esta concreción puede aparecer incluso como una creencia semifilosófica en los hechos, la historia, la evidencia, la lógica, o en los sentimientos personales. Muy a menudo se trata de una relación personal, una figura idealizada representativa de la verdad y la confianza. Y lo más habitual el dinero. Ahí donde una persona es concreta, ahí es donde ha invertido el cuerpo. Ahí es donde dice: "Ésta es una necesidad inevitable; importa por encima de todo".
Retomar proyecciones en la práctica no es tan simple como suena, ya que disolver una proyección es perder cuerpo, perder este receptáculo donde hemos colocado lo importante. Tales proyecciones son como ideas fijas o sobrevaloradas, y tienen una cualidad engañosa, ya que no pueden ser vistas en su profundidad en tanto que fijaciones psíquicas o valores psíquicos. Es aquí donde nos encallamos en la physis,aunque también es aquí donde los sueños pueden hacer su trabajo recogiendo fragmentos de concreciones e imaginándolos con nuevo sentido. En otras palabras, trabajando sobre material onírico podemos convertir materia en profundidad interior y psíquica"
(Extractos de "El Sueño y el inframundo" de James Hillman)
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