No es fácil de poder justificar la fragrante crueldad con la que la iglesia romana se recreó respecto a los cátaros, los purificados, en su intento de total exterminio de éstos. Persecución que antes, los primeros cristianos mismos sufrieron en sus propias carnes, por parte del imperio romano.
La inquisición se creó con éste propósito, el de exterminar a los cátaros, y después se cebó con cualquiera que pareciese suponer portador de una herejía a su fe. (O de un peligro a su poder y hegemonía).
Habría que imaginar el tipo de conocimiento, o creencia más cercana a la crística,
que debieran tener los "bonnes hommes", que tanto repudio y peligro pareciera suponer
para la iglesia establecida.
También los tapados Templarios, que fueron de utilidad a la iglesia romana, para establecer las rutas y proteger a los peregrinos, en sus andaduras por los caminos de peregrinación, más tarde, creando un complott de falsedades a su alrededor, y en conjunción con la corona francesa, son masacrados.
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En las escarpadas montañas y los prados de los valles, y en los hondos valles en sombra ...
Mirjam de Magdala y/o Juan el evangelista permanecen, pese a todo, a veces ocultos, a veces evidentes, cumpliendo las palabras a Pedro, de Jesús, que le dijo:
"Si yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tu sígueme."
La cabeza del princio, en Cap de Creus, comienzo del juego sobre el tablero de la Oca,
que cobra significado a través del lenguaje de OC, la lengua de los pájaros, que describe los peligros y posibles recovecos del peregrinaje místico. Hasta el término y culminación en Mirjam de Oia.
El camino de las fuerzas telúricas está enfrascado en el camino abierto evidente.
Las leyendas cuentan que del mar, en barco, llegaron Sebastián a Galicia, las reliquias de Pedro, su calavera, a Sant Pere de Rhodes. Mirjam a las costas francesas.
Y en la ciudad de Isis, con el barco como escudo, Sofía, nuestra Dama, va cambiando de forma y nombre.
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El sorprendente caballo negro subterráneo, escarabajo sabroso de un marrón luciente, tierra viva, con vistas hacia la pirámide iniciática.
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