"Dijo la abubilla: "¡Oh triste!, por este tema,
hasta cuando estarás obsesionado?
Como tú, en esta senda, significas poco,
vayas o no, ambas cosas son lo mismo.
Inmundicia es el mundo de punta a punta.
Irremediablemente, el hombre muere en él.
Miles de hombres mueren como gusanos,
con dolor y penuria, en el mundo mueren.
Si en este camino, indigentes dejamos la vida,
es mejor que dejarla miserables entre la inmundicia.
Aunque confiar en ti y en mí es erróneo,
es oportuno si ahora muero de tristeza.
Pues se dan muchos errores en el mundo,
un error más nada suma a los otros.
Es preferible tener mal nombre por amor
que tener fama de poner sanguijuelas y de pocero.
(Miles de criaturas intentan una impostura:
sostener el cadáver de este mundo.)
Diría que no llega a la impostura nuestro ideal,
tenlo tú por menos, que menos me entristece.
Si a seguir este ideal te lanzas,
pones todas tus artes a su servicio.
sostener el cadáver de este mundo.)
Diría que no llega a la impostura nuestro ideal,
tenlo tú por menos, que menos me entristece.
Si a seguir este ideal te lanzas,
pones todas tus artes a su servicio.
Si fuera sólo presuntuoso este deseo,
¿cómo llegarás tú donde nadie llegó?
Es mejor por ese presuntuoso deseo dar la vida
que en los bienes terrenales dejar el corazón.
Tanto hemos visto y tanto hemos oído
que a nosotros mismos no nos hemos mirado.
Nuestro intento está durando más
por este puñado de impíos e indigentes.
Hasta que no nos liberemos de nosotros mismos
y de los demás, nuestra alma no se purificará.
Aquel que no se ha liberado de los hombres
ha muerto ya, pero, tras el velo, no es admitido.
El que es admitido tras el velo es un alma sabia.
El que vive cara a los hombres es desertor en el camino.
Pon pie en el camino, si eres hombre.
Deja el engaño para las mujeres.
¿cómo llegarás tú donde nadie llegó?
Es mejor por ese presuntuoso deseo dar la vida
que en los bienes terrenales dejar el corazón.
Tanto hemos visto y tanto hemos oído
que a nosotros mismos no nos hemos mirado.
Nuestro intento está durando más
por este puñado de impíos e indigentes.
Hasta que no nos liberemos de nosotros mismos
y de los demás, nuestra alma no se purificará.
Aquel que no se ha liberado de los hombres
ha muerto ya, pero, tras el velo, no es admitido.
El que es admitido tras el velo es un alma sabia.
El que vive cara a los hombres es desertor en el camino.
Pon pie en el camino, si eres hombre.
Deja el engaño para las mujeres.
Ten por seguro que aunque no moviera la fe ese deseo,
nuestra cosa no es una cosa cualquiera.
En el árbol del amor no hay carga de hojas,
el que diga que tiene hojas que levante la mano.
Cuando el amor se alberga en el corazón de alguien,
su alma se sacía de la existencia.
Este sufrimiento derrumbará al hombre.
Desolado lo lanzará fuera del velo.
Ni un momento lo dejará en paz consigo mismo;
lo matará y luego aún pedirá recompensa.
Si le da agua no será sin lágrimas,
si le da pan está mojado en sangre.
nuestra cosa no es una cosa cualquiera.
En el árbol del amor no hay carga de hojas,
el que diga que tiene hojas que levante la mano.
Cuando el amor se alberga en el corazón de alguien,
su alma se sacía de la existencia.
Este sufrimiento derrumbará al hombre.
Desolado lo lanzará fuera del velo.
Ni un momento lo dejará en paz consigo mismo;
lo matará y luego aún pedirá recompensa.
Si le da agua no será sin lágrimas,
si le da pan está mojado en sangre.
Siendo el hombre más débil que una hormiga,
el amor lo oprime más a cada instante.
Cuando, en el mar de los peligros se ha adentrado,
¿sin sufrimiento, cómo tragará bocado?".
(Farid ud-Din Atar, "El lenguaje de los pájaros")
----
"No son tarea fácil las exigencias de su puerta,
Hay que convertirse en tierra de su camino"
el amor lo oprime más a cada instante.
Cuando, en el mar de los peligros se ha adentrado,
¿sin sufrimiento, cómo tragará bocado?".
(Farid ud-Din Atar, "El lenguaje de los pájaros")
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"No son tarea fácil las exigencias de su puerta,
Hay que convertirse en tierra de su camino"
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"A todos nos han concebido con instintos infieles
y, en nuestro interior, infieles nos criamos.
Infiel es ese instinto hasta tal punto rebelde.
Donde muerte ¿fue algún día sencillo?.
Mucho es de extrañar que desaparezca,
si ese instinto recibe ayuda por dos vías.
Llega el corazón montado en la materia,
y ese instinto de can le sirve noche y día.
El caballo, sobre el que galopa el jinete,
lleva al perro a su lado de cacería.
Cuanto del dueño del alma se apoderó el corazón,
el instinto del corazón lo atrapó.
"A todos nos han concebido con instintos infieles
y, en nuestro interior, infieles nos criamos.
Infiel es ese instinto hasta tal punto rebelde.
Donde muerte ¿fue algún día sencillo?.
Mucho es de extrañar que desaparezca,
si ese instinto recibe ayuda por dos vías.
Llega el corazón montado en la materia,
y ese instinto de can le sirve noche y día.
El caballo, sobre el que galopa el jinete,
lleva al perro a su lado de cacería.
Cuanto del dueño del alma se apoderó el corazón,
el instinto del corazón lo atrapó.
Todo el que a este perro ata
en los dos mundos amarra al león.
Todo el que a este perro humille
carece de rival entre hombres.
Todo el que al perro para siempre logra sujetar
aun bajo tierra supera, en vida, a los demás."
(Farid ud-Din Atar, "El lenguaje de los pájaros")
en los dos mundos amarra al león.
Todo el que a este perro humille
carece de rival entre hombres.
Todo el que al perro para siempre logra sujetar
aun bajo tierra supera, en vida, a los demás."
(Farid ud-Din Atar, "El lenguaje de los pájaros")
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